Cuchillo. Punzón: A. San Martín Hnos. Olavarría, prov. de Buenos Aires. Principios del siglo XX.

Excepcional cuchillo, decorado en su empuñadura y vaina por las labores de un gran cincelador, quien talló sobre el metal, ramas, hojas, flores y aves en un tupido follaje, un jarrón, y en el centro de la vaina, sobre una reserva tipo pergamino -destinada a grabar las iniciales de su dueño, no utilizada-, un mascarón. En la puntera, una esfera achatada y bruñida como la bocavaina. Punzón en la traba y la bocavaina: A. San Martín Hnos. 

Medidas. Largo de hoja: 18,5 cm. Largo total: 34,5 cm.

La hoja, con filo y contrafilo, lomo liso, talón recto y diminuto botón marca “J. RODGERS & SON”, Sheffield, Inglaterra, la que apenas se aprecia, con  la estrella y la cruz de Malta, emblemas de la casa. 

En nuestros estudios encontramos un dato que “explica” las características de este inusual diseño. Y las referencias se vinculan al maestro orfebre Dámaso Arce, creador del estilo olavarriense. Oriundo de España y siendo apenas un niño, se sabe que arribó al puerto de Buenos Aires en 1888 para instalarse en el interior de la provincia, en un paraje próximo a Indio Rico, donde falleció su padre, obligándolo a trabajar desde muy joven. En la ciudad más próxima -Tres Arroyos- ingresó al taller de platería de la familia Bagardi. Como siempre sucede en estos casos, fue mandadero, aprendiz y poco a poco incursionó en los secretos del oficio.

Tras los pasos de Arce, digamos que en 1901 se mudó a Olavarría, y ya maduro en las artes de la platería se sumó a la plantilla que dirigía Alejandro San Martín en esta ciudad. Por entonces, el taller más importante, «ubicado en la calle Vicente López 98, lo regenteaba don Luis Broggi. Como es de suponer, poco después encontraremos allí a don Dámaso Arce, ya calificado como oficial joyero.» (1)

Estas referencias y el diseño del cuchillo ahora ofrecido se reúnen en este punto de la biografía de Arce. ¿Estaremos ante una temprana obra de su autoría? La excelencia en las labores del cincelado y en especial, de los pimpollos cerrados, y hasta en ese mascarón que asoma en la vaina podría justificar esta atribución puesto que, con los años, los mencionados se convirtieron en rasgos característicos del estilo que supo crear en esta ciudad y de las piezas que llevan su punzón ya en plena madurez creativa. 

En sus inicios en Olavarría, Dámaso Arce trabajó como oficial joyero en la casa de San Martín y evidentemente, siguió al líder del taller cuando éste armó su propio espacio -una joyería-, la que finalmente adquirió en 1905: “Arce adquirió la sociedad Luis Broggi y Cía, y por un tiempo continuó a su frente sin modificar el punzón, ni la razón social, Platería, Joyería y Relojería Broggi, a la que simplemente agregó, de Dámaso Arce. “La transferencia se realiza en 1905 y como es de práctica, el recién llegado utilizará el prestigio de quien desde hace tiempo se desempeña en la zona” -escribimos hace poco menos de treinta años. (2)

Nota: 

1. Roberto Vega Andersen: Dámaso Arce, artista orfebre. En la revista Hilario núm. 40, agosto 2024.

2. Roberto Vega Andersen: Dámaso Arce, un cincelador gigante. En «Nuestra Platería», núm. 7, 1997, pp. 20-23.