Retrato de niño. Mediados del siglo XIX.

Óleo sobre tela, medidas 62,5 x 54 cm.

Un niño pequeño se encuentra sentado en un entorno natural, tratado con la suavidad tonal característica del retrato costumbrista del siglo XIX. El menor, de expresión serena y mirada directa, viste una túnica clara de delicado tejido translúcido, adornada con sutiles encajes y una cinta oscura que ciñe la cintura, elemento frecuente en la indumentaria infantil del período. Su postura, ligeramente reclinada, confiere al conjunto una atmósfera íntima y contemplativa. En su mano derecha sostiene una guirnalda floral oscura con pequeños acentos de color. La otra mano descansa sobre la pierna izquierda. El fondo, resuelto con pinceladas suaves y una paleta de tierras y verdes apagados, sugiere un paisaje boscoso apenas esbozado, que enmarca la figura sin competir con su centralidad.

Pieza representativa del retrato infantil del siglo XIX, valiosa por su equilibrio entre sobriedad formal y ternura expresiva, así como por su cuidada ejecución técnica.